Los arahuacos, habitantes de la zona del primer "contacto" con los invasores europeos, tenían un lenguaje que estaba cargado de poesía ligado a su forma de vida en permanente contacto con la naturaleza. No tenían apuro para hablar. Su preocupación no era sacarse al otro de encima lo mas rápido posible, sino tomar contacto, conocerse, conversar y compartir alegrías y problemas. Así que se tomaban su tiempo para nombrar a las personas y a las cosas (Pigna 2004).
No hay comentarios:
Publicar un comentario